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Entradas

La Seducción

El placer era ella: ausente, sola, perdida o encontrada; sin sujetador y apenas cubierta por un peto vaquero corto dispuesto a ensuciarse con su deseo. Sí, el placer era ella; arqueada, semidesnuda, entregada a sus trazos y deslizando las cerdas del pincel sobre una superficie blanca, sin historia, pero con destino y color. El placer era suyo y por la firmeza de transformar un lienzo, virgen y expuesto, en la erotización de palabras que desfilarían sobre su algodonado follaje.  Claro, ella y su persuasivo placer: siempre haciendo de lo inocente—la pintura—un crimen de guerra, de sangre y de color. Ese era todo su placer. Y aquel día estaba dibujando un autorretrato. Sus mejillas—las reales, relajadas en pleno acto y manchadas de azul, o de rojo, o de amarillo; y las de la pintura emergiendo sobre la nada—, ¿cómo describirlas, si siempre son del color que se multiplica durante su composición? De un color que está ausente en la paleta y en los pigmentos. Sí, si las mejillas son rojas...
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La Perversión

Nota Importante .- Empiezo a entender por qué escribir erotismo es parecer un sociópata que debería estar en la cárcel. Hoy siento ¿respeto? por quienes hacen de este género un modo de vida; yo dudo si continuaré explorándolo porque no es hacia donde me gustaría dirigir mi escritura. Y quiero dejarlo constar en acta antes de que se proceda a la extraña lectura de ésta historia. Ella quiere que describa como una inocente caricia nace desde el epicentro, su sexo, no el mío, para relatar como está escapando de su control, y hacer de ello una excusa perfecta que se enredará y trepará por sus nalgas, con tanta excitación, cielos, con tanta, que irá extendiéndose sobre cada poro de su espalda; porque ella busca ser el beso de cada lunar y todo el camino entre ellos. […] “¡Buf! Quieres que nuestro deseo precipite de lluvia y que éste se vaya desnudando. Que le ponga palabras a tus gemidos, esos que susurras al intentar silenciarlos cuando ya estás contemplando las estrellas. Que diga que tus ...

El Orgasmo

“Un posible relato erótico es el de una mujer con pareja, fiel e imposible , pero que extrañamente acaba sin bragas y tumbada en la cama, jugando con sus piernas para esconder su sexo; aunque miento, no lo hace jugando, sino evitando que la situación escale. Pero es una historia imposible y termina ahí. Lo interesante del relato es cómo ha llegado a una situación, ya de por sí, imposible. El relato continúa con un juego inocente de masaje, besos y mordiscos en sus pies. Con ella sin haber sabido cortar lo que era algo inocente por imposible.  Finalmente, ella empieza a ceder porque está perdiendo todo el control por mantener sus muslos tan sólo como ella quería mantenerlos: juntos. ¿Voy bien? Con el relato, claro, antes que la flor se abra.” No sé por qué estoy desposeída de mis bragas—de costuras negras, regalo de cumpleaños—y tampoco sé dónde están, lo que sé es que justo ahora estoy reposando sobre una cama que no es la mía y con sus sábanas enredadas alrededor de mis caderas, e...

La metamorfosis sobre el tiempo (SEPDT VII, Parte II)

Nota 1.- Es un texto complejo y enorme; y esto es la segunda parte. También es una  continuación  de "Sobre El Paso del Tiempo". La idea es perderse durante su lectura y dentro de sus pinturas, porque el significado está extrañamente entrelazado a nuestra percepción conjunta de ellas. Y es  necesario  perderse.  Nota 2.- Pienso y creo en cada párrafo escrito, no es un texto inconexo, quizá sí que es muy denso y sea una selva para ser explorada, incluso por mí. Y está inspirado por varias teorías que he leído en otras selvas. Nota 3.- Primera parte, aquí . El Contexto Cuando creí cerrados los símbolos básicos de este ensayo, descubrí una frase que estaba fuera de sitio: Sólo una historia que se ha vivido puede revertir su tiempo. No supe comprender qué quise decir. Tuve que pensarla porque le faltaba el contexto; por tanto, mientras le faltas...

Sinestesia Musical (II)

El violín y su porqué. [English  version ] Porque agarra todo el timón de la melodía  y sube el nivel del mar.  Se vale de sí mismo para ser  tormenta, caos, noche, oleaje y navío.  Pero también orilla, tierra, cielo, montaña y hogar.  Oscila libre sin perder su continuidad  y fusiona todos los mundos en uno. El piano son palabras y necesita de ellas.  El violín es la emoción que no las necesita;  su textura es como la arena de la playa, fina;  y el piano es como el viento que la incrusta en tu piel. El piano son saltos entre puntos del espacio;  y el violín su camino. El piano tiene colores y son estáticos;  y el violín tiene espectro y está vivo. Si el piano es sincronía,  el violín es su ausencia;  y, aún teniéndola,  no la puedes capturar,  no puedes definir su movimiento,  pero sí sentirlo.  El violín es la voz de los instrumentos porque es—voz—soprana. Puedes sentir sus colores  cartog...

La metamorfosis sobre el tiempo (SEPDT VII, Parte I)

Negar lo que somos mientras ocurre nuestra metamorfosis es negarnos en el tiempo. Pero olvídalo y empecemos desde el principio: sólo con el lenguaje como carga; que ya es muy pesada. [english version, here ] Ensayo Sobre La Escritura La historia que atraviesa este ensayo es la de una poeta que le escribía versos a nadie. Esta poetisa siempre supo el desenlace: que negada, permanecería; sola, versándole a nadie. Si diluviaba, que se inundase; que quedase destruido aquello que se interpusiera en su camino. Si estaba maldita, sería una maldición asignada, no suya. Nota.- Es un texto complejo y enorme; y esto es solo la primera parte. También es una continuación de "Sobre El Paso del Tiempo". La idea es perderse durante su lectura y dentro de sus pinturas, porque el significado está extrañamente entrelazado a nuestra percepción conjunta de ellas. Y es necesario perderse.  Nota 2.- Pienso y creo en cada párrafo escrito, no es un texto inconexo, quizá sí que es muy...