Esto es sólo una de las múltiples interpretaciones de los celos. Este texto consta de 5 poemas. los cinco poemas-canciones completos Poema—Yo: Los celos son dibujar mis labios en los de otra y hacerlos desfilar por París, por Viena y por todo lo que nunca más será. Los celos son la condena de mi imaginación frustrada que reclama que griten mi nombre los labios de la otra y digan que ella soy yo, pero que la otra también es ella. Los celos son mi sombra, extendiéndose, apropiándose de atributos ajenos, mientras se aleja de lo que fuimos, yo persiguiéndolo, persiguiéndome, porque ya no sé aceptarme—sin ti. Los celos son lo implícito no explícito; la brújula que estalla y apunta hacia dos nortes contrarios, huyendo en ambos rumbos. Los cel...
El placer era ella: ausente, sola, perdida o encontrada; sin sujetador y apenas cubierta por un peto vaquero corto dispuesto a ensuciarse con su deseo. Sí, el placer era ella; arqueada, semidesnuda, entregada a sus trazos y deslizando las cerdas del pincel sobre una superficie blanca, sin historia, pero con destino y color. El placer era suyo y por la firmeza de transformar un lienzo, virgen y expuesto, en la erotización de palabras que desfilarían sobre su algodonado follaje. Claro, ella y su persuasivo placer: siempre haciendo de lo inocente—la pintura—un crimen de guerra, de sangre y de color. Ese era todo su placer. Y aquel día estaba dibujando un autorretrato. Sus mejillas—las reales, relajadas en pleno acto y manchadas de azul, o de rojo, o de amarillo; y las de la pintura emergiendo sobre la nada—, ¿cómo describirlas, si siempre son del color que se multiplica durante su composición? De un color que está ausente en la paleta y en los pigmentos. Sí, si las mejillas son rojas...